CONSEJOS PARA LIMPIAR TU MOTO

Antes de empezar con esta tarea es importante comprobar que la motocicleta esté totalmente fría.

Estrenar una moto nueva cada día puede ser realidad... más o menos. Y no, no se trata de comprarse un nuevo modelo, sino de tener este vehículo de dos ruedas en perfecto estado. Y para ello, nada como limpiarla de manera eficiente. Una tarea que puede parecer algo tediosa al principio, pero que puede resolverse de la mejor manera si se tienen en cuenta una serie de trucos y recomendaciones.

TODO PREPARADO no se puede proceder al mantenimiento y limpieza de una moto si antes no se cuenta con todos los productos y utensilios necesarios para ello. Y es que la organización es clave para no perder el tiempo y hacer que esa rutina sea más sencilla y eficiente. Así pues, cuando se trata de limpiar una moto lo primero es pensar si se va hacer a mano (algo que llevará más tiempo) o se hace uso de una manguera a presión con lo que se ganarán minutos en esta tarea y se llegará a todos los rincones y huecos de la moto.

Eso sí, si se usa este último método es importante no acercarse demasiado ni que la fuerza del agua sea demasiado violenta o se corre el riesgo de que se estropee parte de la pintura en algunas zonas, se quiten pegatinas o ese exceso de agua perjudique la lubricación de la moto.

Ahora es el momento de repasar todos los productos que se necesitan para dejar esta moto como nueva. Esto es, un jabón específico (nada de lavavajillas convencional), una esponja que no sea demasiado dura para no dejar arañazos en la carrocería, una brocha o cepillo para esmerarse con las zonas más pequeñas, por ejemplo, con la cadena de la moto, y una bayeta suave de microfibra para luego proceder al secado final.

También es recomendable tener a mano un papel film de cocina (para tapar la boca del tubo de escape mientras se está procediendo a este mantenimiento con agua y jabón), un líquido limpia frenos y con poder desengrasante y otro para la parte de los contactos.

¿CÓMO LIMPIAR LA MOTO? ¿Todo listo? Es el momento de empezar con la limpieza de la moto y para ello lo primero es asegurarse de que el vehículo esté frío para evitar posibles accidentes si por casualidad se tocan algunas zonas que pueden quemar. El siguiente paso es colocar el caballete (si no tiene se puede usar uno portátil) para que la moto se mantenga estable y esté sujeta.

Manos a la obra. Hay que empezar con las zonas que están más sucias como es el caso de las llantas, la cadena, el basculante, el amortiguador, el motor y la horquilla y añadir desengrasante sobre las mismas. Este producto se deja actuar durante unos 10 minutos, al tiempo que se incide en la eficacia del mismo con la ayuda de la brocha o cepillo.

Una vez hecho esto, se sigue con el resto de la motocicleta y se va pasando la esponja con jabón (mejor de arriba hacia abajo) antes de proceder al primer aclarado. Eso sí, cuando se vaya a quitar el exceso de jabón hay que estar pendiente para que no entre mucha agua en el cuadro de instrumentos, entrada de la admisión, piñas de luces y manetas. Si es necesario se hará un segundo aclarado para evitar que queden restos de detergente que puedan secarse y dañar la pintura o algunos plásticos.

Aunque uno quiera secar su moto al sol, no es una mala idea, pero mejor si primero se pasa por todos lados una bayeta suave para al menos eliminar las gotas de agua. Los últimos pasos antes de estrenar una nueva moto son engrasar la cadena y aplicar limpiador de contactos.