EL LODO FUE EL INVITADO DE HONOR TRAVESÍA EXTREMA JALAPA

La adrenalina y lo extremo se unieron en la gran Travesía Extrema en Jalapa el pasado 29 de junio. El punto de reunión fue en el reconocido Hotel del Valle ubicado en la Zona 1 de Jalapa, donde los pilotos se hicieron presentes de las 8 de la mañana para realizar las últimas revisiones,  inscribirse y poder participar en dicha travesía.

Este es un evento totalmente familiar apoyado por dos grandes marcas de ATVs y UTVs siendo ellas Yamaha y Polaris. A las 9 de la mañana el Director de Pasión por las Motos; Julio Albores, compartió las respectivas instrucciones y normas que se debían seguir durante la travesía, recordándoles que contarían con soporte médico y mecánico. Además, se agradeció por la ruta ya que esta fue proporcionada por Tono del Valle que estuvo apoyando esta Travesía Extrema.

Antes de iniciar con el recorrido, realizaron una oración para que fuera una ruta libre de accidentes, y para que todos regresaran sin ninguna novedad, más que con la satisfacción de haber logrado una experiencia más en este gran evento.

Se contó con la participación de más de 70 participantes, sumando así alrededor de 38 unidades divididas en atvs y utvs, y una moto de dos ruedas. 

El invitado de honor fue el lodo, que fue una de las partes más divertidas y que más disfrutaron cada uno de los participantes. Además, atravesaron diferentes pasos de ríos, algunos lo pasaron a toda velocidad, otros más o menos y otros ya se querían ir a dar el chapuzon con todo y carrito, pero fue porque estaban tomando la ruta equivocada, por suerte, pudieron retroceder y continuar por la ruta trazada.  Durante el recorrido pudieron disfrutar de los bellos paisajes y la excelente vista que Jalapa posee, a medida que se acercaban pasaron por diferentes lugares como Maestrio, Alizate, Santo Domingo y algunos ríos de lodo, así como la subida del chicle, el cual el terreno estaba un poco resbaladizo pero con sus potentes motores 4x4 y unas buenas llantas, lo pasaron sin ningún problema, aunque el camino estaba en constante cambio por lo que se tuvieron que enfrentar con distintos espacios lisos, rocosos o lodosos, pero sin duda esto les brindó muchísima emoción ya que en cada territorio se retaban a sí mismos logrando conquistar la ruta.

El clima estuvo muy cambiante a medida que subían más a la montaña; por lo que debían estar preparados para enfrentarse con el terreno y así también tomar las debidas precauciones. Luego  llegaron al cruce de Monjas donde se dispusieron a degustar de un delicioso almuerzo, que sin duda los dejó totalmente satisfechos.

Luego del almuerzo, continuaron con la ruta que fue de más de 97 kilómetros, regresando alrededor de las 4 de la tarde al Hotel del Valle para pasar ahí la noche y regresar al siguiente día.